Cultivo de pistacho en sistema intensivo.

El cultivo de frutales en sistemas intensivos y   superintensivos está ampliamente aceptado por

los fruticultores de todo el mundo y está contrastado como un sistema que permite reducir

los costes de cultivo, maximizar la producción y mejorar la calidad del fruto. Existen plantaciones

de melocotonero, nectarina, paraguayo, ciruelo, cerezo, olivo, almendro en intensivo y superintensivo por

todo el mundo.

El cultivo de pistacho no queda al margen de estos sistemas de producción, y se está empezando a implantar en todo el mundo, especialmente en zonas donde el desarrollo de sistemas altamente productivos son muy importantes como la zona de California en Estados Unidos.



Con este sistema se consigue principalmente un mayor aprovechamiento tanto a nivel radicular como de masa foliar del terreno, con un porcentaje de ocupación mayor de ambos aspectos respecto a sistemas de marcos tradicionales.

Permite mantener un volumen de copa y un manejo de cultivo adecuado para maximizar la fructificación y la penetración de la luz, se va a conseguir un árbol en continuo con numerosas ramificaciones en el menor tiempo posible.


Los costes de implantación son muy similares, variados exclusivamente por el número de pies por hectárea, tanto costes de plantación como sistema de riego vienen a ser prácticamente los mismos.

El pistachero es un árbol de crecimiento lento por lo que vamos a tener durante un largo número de años árboles de porte reducido que no se van a ver excesivamente afectados por la competencia en un marco corto.

Vamos a obtener durante numerosas campañas la variable de Kg./árbol independientemente del marco, con lo cual vamos a conseguir elevar de forma exponencial la producción de pistacho de manera muy considerable teniendo en cuenta que podríamos pasar de 285 árboles / hectárea en un marco tradicional de 7x5 m. a los 606 en un marco de 6x2,75 m.

De esta forma obtendremos una mayor rapidez en la amortización de la inversión inicial.

También se consigue una mayor eficiencia en el uso de agua, abonos y productos fitosanitarios.

Permite rentabilizar plantaciones de pistacho en suelos poco profundos, algo que se retrasa excesivamente en plantaciones tradicionales.

Se deja una calle de 6 m. para poder realizar las tareas de laboreo y recolección sin problema, también es importante formar la cruz del árbol a partir de 1,20 para poder trabajar dentro de las calles de 6 m. sin problema y al mismo tiempo facilitar una mejor vibración del árbol en la recolección.

Se produce un reducción de la labores de cultivo principalmente de laboreo debido a un mayor sombreo del suelo lo que repercute en una menor producción de malas hierbas, también se genera un ahorro de mano de obra, cada vez mas escasa y de coste creciente.

La cosecha totalmente mecanizada incrementa la rapidez y eficiencia mediante máquinas de vibrado de tronco. 



Maquinaria para recolección de pistacho en intensivo.